Macarrones con moca y menta

Para los macarrones

En un recipiente mediano, tamiza la harina de almendra, el azúcar impalpable y el cacao en polvo; y luego reserva.

En el recipiente de una batidora de pie equipada con el batidor, bate las claras de huevo a velocidad media hasta lograr una consistencia espumosa. Continúa batiendo hasta que el batidor comience a dejar rastros visibles en las claras de huevo espumosas.

Una vez que puedas ver los rastros, agrega gradualmente el azúcar granulado, aumenta la velocidad de la batidora y bate hasta que el merengue forme picos duros. (Asegúrate de no batir demasiado las claras de huevo; de lo contrario, corres el riesgo de secarlas).

Retira el recipiente de la batidora de pie, agrega los ingredientes secos al merengue y mézclalos con una espátula de goma desde la parte inferior del recipiente hacia arriba; luego presiona el lado plano de la espátula desde el medio contra el lado del recipiente. (La masa se verá muy espesa al principio, pero se volverá más liviana a medida que la mezcles). Continúa mezclando hasta que la masa adquiera una consistencia similar a la lava.

Traslada la masa a una manga grande con una punta redonda mediana.

Sostén la manga en un ángulo de 90 grados con respecto a la superficie y coloca la masa en círculos de 1.5 pulgadas con aproximadamente una pulgada de separación en una fuente para hornear forrada con papel de pergamino. (Puedes imprimir una plantilla para macarrones si te preocupa el tamaño o la uniformidad).

Sostén la fuente para hornear con ambas manos y golpea la bandeja con cuidado sobre la encimera varias veces para eliminar las burbujas de aire. (Si no liberas las burbujas de aire, se expandirán durante el horneado y agrietarán los macarrones). Repite el proceso de colocar el preparado con la manga y golpearlo hasta que hayas usado toda la masa (por lo general, alrededor de tres fuentes).

Deja descansar y secar los macarrones durante 30 minutos o hasta que se forme una superficie endurecida; en un día húmedo, puede llevar una hora o más. Para ver si están listos para hornear, toca uno. Si la masa no se adhiere al dedo, los macarrones estarán listos. (¡Recuerda quitar las plantillas para macarrones antes de hornear!).

Mientras los macarrones están reposando, precalienta el horno a 300 grados F y coloca la rejilla en el centro del horno con una bandeja vacía precalentada en el interior.

Hornea los macarrones sobre la fuente precalentada de a una bandeja por vez durante 18 a 20 minutos; y gira la fuente una vez a la mitad del proceso de cocción.

Retira del horno y deja enfriar en la fuente durante 10 minutos antes de despegar el papel de pergamino y enfriar completamente en una rejilla. (Si el fondo está un poco pegajoso, déjalo enfriar en la bandeja de 10 a 15 minutos más. Sin embargo, si el fondo ya está dorado, los macarrones se despegan sin problemas o parecen demasiado horneados, quítalos con cuidado de la bandeja de inmediato para enfriarlos). Repite el proceso de horneado con las bandejas restantes.