Signos y síntomas de la intolerancia a la lactosa

¿Cómo sabes si se trata de intolerancia a la lactosa u otra afección?

La intolerancia a la lactosa, las alergias a la leche y el síndrome de intestino irritable presentan síntomas similares, pero son afecciones bastante diferentes. Esto es todo lo que necesitas saber:

Intolerancia a la lactosa en comparación con alergia a la leche

En pocas palabras, la sensibilidad o la intolerancia a la lactosa es un problema digestivo causado por la incapacidad de digerir la lactosa (azúcar natural de la leche), mientras que una alergia a la leche es un problema del sistema inmunitario.

Cuando tienes una alergia a la leche o a los lácteos, el sistema inmunitario está reaccionando a las proteínas que suelen encontrarse en la leche de vaca, como una alergia a la caseína o al suero de leche. Si bien ambos trastornos pueden tener síntomas similares, una alergia a la proteína de la leche suele ser más grave que la sensibilidad a la lactosa y debe tratarse de manera diferente⁵.

Entre los síntomas frecuentes de una alergia a la leche, que no se manifiestan con la intolerancia o sensibilidad a la lactosa, se incluyen los siguientes:

• Sibilancias
• Estrechamiento de las vías respiratorias
• Inflamación de la lengua
• Picazón
• Choque (con una disminución de la presión arterial)⁶

¿No estás seguro de qué podría estar causando tu malestar? Responde nuestro cuestionario rápido para ver si tus síntomas podrían deberse a la intolerancia a la lactosa o a una alergia a los lácteos.

Síndrome de intestino irritable en comparación con intolerancia a la lactosa

El síndrome de intestino irritable (Irritable Bowel Syndrome, IBS) y la intolerancia a la lactosa suelen confundirse porque los síntomas son casi idénticos. El síndrome de intestino irritable, o IBS, afecta el estómago y el intestino. Si bien se desconoce la causa exacta del IBS, ocurre principalmente en personas que tienen lo siguiente:

• Ansiedad, tensión o estrés emocional
• Antecedentes familiares de IBS
• Infección del tracto digestivo
• Las mujeres también tienen el doble de probabilidades de tener IBS en comparación con los hombres⁷.

Debido a que el IBS es más difícil diagnosticar que la intolerancia a la lactosa, el médico podría indicarte pruebas para detectar la intolerancia a la lactosa, la celiaquía y otros trastornos gastrointestinales antes de considerar el IBS.

Si bien los síntomas del IBS pueden ser sorprendentemente similares a los de la intolerancia a la lactosa, el IBS es un trastorno intestinal, mientras que la intolerancia a la lactosa es una afección causada por la incapacidad del organismo para digerir la lactosa⁷.

Sensibilidad a los lácteos en comparación con intolerancia a la lactosa

La sensibilidad a los lácteos es un término general que se refiere a cualquier síntoma causado por la sensibilidad a la lactosa o a una alergia a la leche. Cuando alguien dice que tiene “sensibilidad a los lácteos”, podría referirse a un problema digestivo o alérgico con la leche y los productos lácteos. Es por eso que es tan importante conocer primero la afección que tienes antes de encontrar un producto lácteo alternativo.

Es posible que te estés perdiendo el delicioso sabor de los lácteos simplemente porque crees que tienes alergia a la leche.

Los síntomas como el dolor de estómago y la diarrea son frecuentes tanto en la intolerancia a la lactosa como en las alergias a la leche. Sin embargo, la intolerancia a la lactosa debe tratarse de manera diferente a las alergias a la leche⁵.

Las alergias a los lácteos son bastante generalizadas en los niños. De hecho, dos de cada 100 niños menores de 4 años de edad son alérgicos a la leche. También es muy frecuente en los bebés⁸.

NOTA: Si tienes alergia a la leche o piensas que tu hijo la tiene, consulta primero al médico antes de consumir leche o productos lácteos.

Si sabes que tienes sensibilidad a los lácteos, pero no estás seguro de si se trata de intolerancia a la lactosa o alergia a los lácteos, intenta responder nuestro cuestionario para determinar la causa de tu malestar.